¿Tienes más de 40 años? Entrenar la fuerza es esencial

Publicado el 8 de agosto de 2025, 16:56

A partir de los 40 años, nuestro cuerpo comienza a experimentar cambios que, aunque forman parte del proceso natural de envejecimiento, pueden influir de forma notable en nuestra calidad de vida. Uno de los más relevantes es la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, conocida como sarcopenia.

 

Este proceso se inicia de forma silenciosa: alrededor de la cuarta década de vida, la masa muscular se reduce en torno a un 3-8% por década, y esta pérdida se acelera después de los 60 años. Aunque pueda parecer un simple cambio estético, la disminución de músculo tiene consecuencias mucho más serias: pérdida de fuerza funcional, mayor riesgo de caídas y fracturas, reducción del metabolismo basal, menor densidad ósea y, en última instancia, pérdida de independencia.

 

Sin embargo, la buena noticia es que este declive no es inevitable. Numerosas investigaciones han demostrado que el entrenamiento de fuerza es la herramienta más eficaz para frenar e incluso revertir la sarcopenia. No solo preserva el músculo, sino que mejora el equilibrio, protege la salud cardiovascular, regula el metabolismo y fortalece los huesos.

Por qué el músculo es un “órgano de la longevidad”

 

Aunque solemos asociar el entrenamiento de fuerza a los gimnasios y al mundo del deporte competitivo, en realidad el músculo es un tejido fundamental para la salud de cualquier persona. Se considera un verdadero “órgano endocrino”, capaz de liberar sustancias (mioquinas) que ejercen efectos antiinflamatorios, mejoran la sensibilidad a la insulina y favorecen el metabolismo de las grasas y los azúcares.

 

Un músculo fuerte es sinónimo de un cuerpo funcional: nos permite levantarnos de una silla sin esfuerzo, subir escaleras, cargar bolsas de la compra y mantenernos activos en nuestras actividades diarias. La fuerza muscular también está estrechamente relacionada con la longevidad saludable: las personas con mayor fuerza tienden a vivir más y con mejor calidad de vida.

 

Beneficios del entrenamiento de fuerza después de los 40

 

1. Prevención de la sarcopenia

   El estímulo mecánico del entrenamiento de fuerza activa la síntesis de nuevas proteínas musculares y evita la pérdida de fibras musculares.

 

2. Salud ósea

   El músculo ejerce tracción sobre el hueso, estimulando la formación de tejido óseo nuevo. Esto ayuda a prevenir la osteoporosis y reducir el riesgo de fracturas.

 

3. Metabolismo activo

   El músculo es un tejido metabólicamente activo: tener más masa muscular ayuda a quemar más calorías en reposo y mejora la composición corporal.

 

4. Mejora cardiovascular y metabólica

   Contribuye a controlar la glucemia, la presión arterial y los niveles de colesterol, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.

 

5. Equilibrio, coordinación y autonomía

   Una musculatura fuerte y reactiva mejora la estabilidad, disminuye el riesgo de caídas y permite mantener la independencia a edades avanzadas.

 

 

Cómo empezar si nunca has hecho fuerza

 

La idea de “hacer fuerza” no implica necesariamente levantar grandes pesos o entrenar como un culturista. Se puede comenzar de forma progresiva y segura, incluso desde casa:

 

- 2-3 sesiones por semana de 20-40 minutos pueden ser suficientes para obtener beneficios significativos.

- Utilizar el propio peso corporal (sentadillas, flexiones adaptadas, planchas), bandas elásticas, mancuernas ligeras o botellas de agua como resistencia.

- Realizar entre 8 y 12 repeticiones de cada ejercicio, con un esfuerzo moderado que permita mantener la técnica correcta.

- Progresar poco a poco aumentando la resistencia, el número de repeticiones o la complejidad de los ejercicios.

- Prestar especial atención al calentamiento y a la movilidad articular para prevenir lesiones.

 

Si existen problemas de salud o lesiones previas, es recomendable contar con la supervisión de un médico o un profesional del ejercicio para adaptar el programa a las necesidades individuales.

 

 

Más allá de la estética: un compromiso con tu futuro

 

Es habitual asociar el entrenamiento de fuerza con la estética o la “tonificación” muscular, pero su valor va mucho más allá. Estamos hablando de una inversión en salud a largo plazo: fortalecer el músculo es fortalecer la capacidad de vivir de forma independiente, con energía y sin dolor.

 

El entrenamiento de fuerza no entiende de edades: siempre se está a tiempo de empezar. Incluso personas que nunca han entrenado antes pueden obtener mejoras notables en pocas semanas. Lo importante es ser constante, adaptar el nivel de exigencia y mantener la motivación.

 

El músculo es, en definitiva, tu seguro de vida físico. Cuídalo ahora para que te acompañe fuerte y funcional durante muchos años.

 

 

📚 Fragala MS, Cadore EL, Dorgo S, et al. Resistance Training for Older Adults: Position Statement From the National Strength and Conditioning Association. J Strength Cond Res. 2019;33(8):2019–2052.

Este documento ofrece recomendaciones claras sobre cómo implementar programas de fuerza en adultos mayores, destacando que es seguro y efectivo cuando se adapta a las capacidades individuales. Subraya que el entrenamiento de fuerza mejora fuerza, potencia, resistencia y masa muscular en todas las edades.

 

📚 Peterson MD, Rhea MR, Sen A, Gordon PM. Resistance exercise for muscular strength in older adults: a meta-analysis. Ageing Res Rev. 2010;9(3):226-237.

Analiza 47 estudios y concluye que el entrenamiento de fuerza mejora la fuerza muscular de forma significativa en personas mayores, independientemente de la edad o el sexo, siendo más efectivo cuando se realiza al menos 2-3 veces por semana.

 

📚 Liu CJ, Latham NK. Progressive resistance strength training for improving physical function in older adults. Cochrane Database Syst Rev. 2009;(3)\:CD002759.

Concluye que el entrenamiento de fuerza progresivo es altamente efectivo para mejorar la fuerza, la función física y reducir la discapacidad en personas mayores. Destaca su seguridad y la posibilidad de adaptarlo a diferentes niveles de condición física.

 

📚 Westcott WL. Resistance training is medicine: effects of strength training on health. Curr Sports Med Rep. 2012;11(4):209-216.

Describe cómo este tipo de ejercicio no solo mejora el músculo, sino también la composición corporal, la densidad ósea, la salud metabólica y el bienestar psicológico. Recomienda sesiones breves pero regulares para obtener beneficios sostenidos.

 

📚 Villareal DT, Aguirre L, Gurney AB, et al. Aerobic or Resistance Exercise, or Both, in Dieting Obese Older Adults. N Engl J Med. 2017;376:1943-1955.

Un ensayo clínico que demuestra que combinar entrenamiento de fuerza con dieta equilibrada produce una mejora significativa en la fuerza física, movilidad y calidad de vida en adultos mayores con obesidad.

 

 

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